Yo estaba una noche como todas en el patio de aquella casa vieja,
en los columpios que están a la entrada de la casa. Como toda noche
jugaba en ellos y esta noche fue totalmente distinta.
Algo siniestro ocurría mientras yo me columpiaba y miraba a la
ventana de mi casa, vi asomada una cara en el vidrio de la ventana. Esa
cara no podré olvidarla, aquella expresión de espanto.
Al entrar a casa a ver, encendí la luz y me arrepiento de haberlo
hecho. En una olla estaba la cabeza de mi madre y las manos de mi padre,
estaba la casa toda un mar de sangre y de las escaleras el resto del
cuerpo de mi padre y madre.
Estoy en un manicomio escribiendo esto. Si alguien lo lee por favor
no entre a esa casa. Yo no soy el asesino, el asesino anda suelto...
Enviada por: Gianfranco Piermartiri




